Porque adoptamos esa arrogancia, en que exigimos al punto de “inquirir” en los demás, cosas que no se han podido resolver en la vida de los inquisidores.Quien no ha cometido errores, en honor de la fe. Que madre no se ha equivocado en nombre del amor. Que dirigente no se ha equivocado en el nombre de sus seguidores. El delirio?, la pasión?, la arrogancia?, la inocencia?, la astucia?, el mal don de gente?.
Cuantas preguntas, y la mayor pregunta; cuál es la respuesta a ellas?
Creo que todo tipo de emprendimiento surge de una idea y la idea se pule, se mejora, se adapta. Una idea surgida a mediados de los
Todos nos hemos equivocado, hemos hecho cosas que en su momento se justificaron, y vaya si les hemos dado justificación. Pero no se puede proceder con el rótulo incriminativo. Todos hemos fallado, y bueno es saber que muchos han querido recomponer sus errores, y algunos también sus horrores.
Las personas tienen la mala costumbre que aquello que no entienden lo censuran, y lo destruyen; aquello que envidian lo detestan, porque no lo portan consigo. He visto cientos de personas salir de una casa de culto, y transitar por miles más, dejando el tendal de cuentos, o leyendas de las víctimas o victimarias casas que han visitado. Dando una decoración para injuriar hasta el hastió a quienes un día ellos mismos endiosaron. Muchos, ante la ignorancia a la que le orilla, la falta de abstracción, y entendimiento dimensional de las cosas, camina por la vida como simples bestias que cagan con encono el no poder encontrar sus propias vidas.
Mi pena, es que ésta religión se está destruyendo por las propias conciencias que en ella habitan, y que de ella surgen. Paradigmático ¿no?, una religión que debiera sanar conciencias, y orientar hacia la luz a los seres, para que se rediman de sus errores, propios éstos de la especie y la idiosincrasia, sucede lo contrario.
Simplemente un abrazo.
José María Leirós