domingo, 2 de marzo de 2008

Rivalidad entre Religiosos

Realidad a la que no podemos escapar en nuestros días, dado a que es muy común observar la guerra del los imperiales y los años de bacía religiosa. Es muy común ver en diferentes medios ya sea vía internet o medios abiertos de difusión como sacerdotes se echan en la cara diferentes tipos de descargos como por ejemplo:

“Yo tengo 30 años de bacía y tu apenas diez y eres un ignorante”.

“Yo tengo el templo mas grande y tu vives en una pocilga”.

“Yo sé mas que tu y tu no sabes nada de nuestra religión”

“Tengo mas axé que tu y tu no tienes nada”

“ Yo tengo la verdad y tu aprendiste religión en un libro”

“Tu tienes menos axé que yo por que yo tengo un vehículo ultimo modelo”

“Tu nación no tiene fundamento por que no existe, yo soy jeje-nagó y tu Cambinda no existe”

“Yo incorporo espíritus y tu eres un mistificador del culto”

Y así sucesivamente podríamos escribir un libro sobre este tipo de dichos, o también este problema pasa por los malos pensamientos y sentimientos hacia otro hermano en la fé sea cual sea su nación, doctrina o modalidad de culto. Entre algunos ejemplos de esto podemos encontrar la molestia de personas de fé al ver que un hermano tiene una posición económica mejor, o por simplicidades como “tiene mas hijos que yo”, “tiene una capa mas linda que la mía”, “tiene una corona y un vestido mas caro que el mío” etc; en definitiva costumbres infantiles que tendría un niño de tres años por un juguete.

Este también pasa a hijos de fé que no culminaron sus aprontamientos religiosos para el sacerdocio pero presentan este tipo de diagnostico, demostrando soberbia ,altanería, y un alto grado de egolatría.

Si nos trasladamos a los momentos cruciales de la esclavitud y la trata de africanos a nuestro continente, nos encontramos con la gran realidad que estos negros aquí en América tuvieron que aprender a convivir a pesar de en algunos casos haber estado en guerra en sus tierras, con un fin en común, el de sobrevivir, ellos, sus familias y sus deidades, luego de esto tuvieron que amigarse con los indígenas de nuestro continente y así con el correr del tiempo y la lucha dar vida a los cultos y la fe que hoy profesamos.
Hoy nos llenamos la boca hablando de negritud y de ancestralidad, acaso nuestros esclavos ¿no son ancestros? ¿por qué no copiamos el ejemplo que nos legaron? La esencia de nuestra fe acaso ¿no nos enseña eso? ¿ no será que tenemos que unirnos con un fin en común? El de sobrevivir¡¡¡¡
Pai Sebastián de Bará Lodê